martes, 18 de abril de 2017

Hecho puntual

En unas horas más operan a mi progenitora, si bien la relación con mis padres ha resultado compleja, aún recuerdo cuando niña, como solía enfermarme del estómago y con alta fiebre, cuando ellos viajaban ausentándose del hogar. Quieralo o no es un referente, una marca que observo con extrañeza, sin desear juzgarla ya, estoy en deuda con ella, en cuanto a mi propia maternidad. Sé que sus errores, fueron carencias no superadas de su propia historia de vida y me sorprende descubrir como la vida equipara esas faltas, con sabiduría. Sé que su muerte está cerca, porque las leyes universales son inapelables y hoy podría ser uno de aquellos días en que la consciencia lúcida te atraviese descomunal, con su látigo doloroso. Yo no estoy preparada, nadie parece estarlo, sin embargo confío, porque es necesario hacerlo y porque hoy más que nunca vivo para protegerla a ella, la sucesión de ADN que parece enmarcar ensueños e infinitos mejores.

jueves, 6 de abril de 2017

Llorar, hace bien...

Ilustración de Virginia Mori