El Tercer Hombre
Me convertí en muñeca, media inanimada, práctica,
muy acurrucada en el escondite de mi propia contemplación.
Desnudez aparente, en tu oscuridad mayor,
sin comprender la timidez, la lejanía que me desvinculaba,
en esa intimidad simulada
momentos fugaces que esperaban ser llamaradas lúcidas
se adormecieron.
Y quede atrapada, con un peso mayor.
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